8 de marzo. De profesión, instaladora

Eso no quiere decir que no haya honrosas excepciones. Conocemos y admiramos casos como los de Magdalena Verdú Garcia, Gerente Instaladora de gas en SEGURGAS VERDU S.L o el de Marina Portalés,  a las que ya nos acercamos otros años en esta efeméride. Pero sabemos, sin temor a equivocarnos, que la presencia de la mujer es tan anecdótica en el mundo de las instalaciones como lo es el conocimiento de la profesión de instalador en el mundo de estudiantes de la ESO.

Este año nos hemos trasladado al centro de formación Jaume Balmes de Barcelona para escuchar el testimonio de María de los Ángeles Cahuet, instaladora de cámaras frigoríficas en la empresa AGEFRED, y que comenzó su carrera hace más de 3 años formándose en sus aulas. “Estaba en paro y me salió la oportunidad de hacer un curso subvencionado y elegí el de instalación y mantenimiento en cámaras frigoríficas”, nos relata. “Pensaba que iba a ser mucho más difícil y que iba a estar mucho más estigmatizado todo, pero me sentí cómoda con los profesores y los alumnos se pusieron de mi parte, me ayudaron”.

Falta de registros en el sector

Para la redacción de este reportaje, hemos consultado a las principales asociaciones del sector, a fabricantes y centros de formación y la conclusión ha sido unánime. Mientras sí que encontramos un mayor porcentaje de mujeres en puestos de gestión administrativa, comercial o en la prescripción, la presencia de mujeres instaladoras es casi anecdótica, hablando todos de una media de entre un 1 y un 2% de presencia femenina entre sus filas. 

“No tenemos datos al respecto porque la presencia femenina en las empresas instaladoras es ínfima”, explica José Cuento de CONAIF. “Por nuestra experiencia en CONAIF y las asociaciones adheridas puedo decir que nuestro sector, el de las instalaciones, es uno de los que menos presencia de mujeres tiene. Nosotros estimamos que en el total nacional están por debajo del 1%”.

Álvaro Pimentel, de AISLA, es contundente: “en toda la historia de la asociación sólo he conocido a dos mujeres instaladoras, de las quizás más de 1.000 personas que hayan podido pasar por AISLA”.

Ante la falta de registros en la profesión, muchas de nuestras fuentes consultadas nos remiten a la presencia de la mujer en sus cursos formativos, como nos explica Blanca Gómez, de CNI: “Puede que llegue al 15% en el primer curso, de 0 a 3% en el segundo y si acaba 1 de cada 3, es con suerte”.

Inma Peiró desde AGREMIA, nos informa de que la presencia de alumnas en sus aulas fue de un 1,53%, "teniendo en cuenta que fueron unos 2.200 alumnos y de ellos unas 32 mujeres".

Desde AEFYT, nos aseguran que han calculado que la participación de mujeres en sus cursos y encuentros técnicos está en torno al 10%, aunque esta cifra no se refiere sólo a instaladoras. “Estamos trabajando para incrementarlo día a día”.

Desde fuentes de fabricantes consultadas, las respuestas siguen la misma línea.

“De nuestra red de asistencia técnica, en reparación/mantenimiento, el baremo sería de 2 chicas sobre un censo de 400 alumnos técnicos de mantenimiento de calle (0,5%). En los cursos de instaladores las alumnas no representan ni un 4%”.

“Lamentablemente no tenemos datos”.

“No ha pasado en este año ninguna mujer por nuestra formación”.

“La media creo que es un 1,1%”.

María de los Ángeles, la instaladora protagonista de nuestro vídeo así nos lo confirma también desde su experiencia: “La profesión es más masculina que femenina porque llevan muchos años los hombres trabajando en labores más tecnológicas, pero en realidad no creo que para la mujer sea un trabajo difícil de llevar a cabo, todo lo contrario, creo que la mujer puede hacerlo igual que un hombre”.

Decálogo 10 Razones por las que ser Instaladora

Por todo lo comentado, seguimos aún más decididos a promover el decálogo de la campaña digital #ComunidadInstalador dirigida a hacer más visible la profesión de instalador y hacer que ésta sea más reconocida, valorada y aspiracional, también entre las mujeres.

Para María de los Ángeles, el decálogo es interesante porque “al dar razones se dignifica el trabajo, se da a conocer que está bien valorado, que tiene un compromiso medioambiental, creo que es esencial y necesario en los tiempos que vivimos”. Por otra parte, pone en valor la oferta formativa que existe para los y las profesionales. “Una vez ya estás trabajando puedes seguir estudiando como hice yo en este centro, reciclándote y aprendiendo nuevas cosas y asimilando la información que tienes”.

Ésta sigue siendo aún hoy la realidad del sector técnico. Las mujeres aún son una minoría, y así lo demuestran las cifras. Pero historias tan inspiradoras como la de María de los Ángeles sirven para demostrarnos que las cosas pueden cambiar y que los techos de cristal pueden romperse. Ser instaladora es una profesión importante, tecnológica, de gran valor social y al alcance de todas.

“Si es una chica, le diría que no se amedrente por lo que pueda pensar la gente. Somos mucho más válidas de lo que nos imaginamos y cuando lo he puesto en práctica en el trabajo lo he visto y si el resultado es positivo y efectivo, es igual de válido”.

Objetivo: conseguir más datos
En este 8 de marzo nuestro compromiso es promover, junto con asociaciones, centros de formación y fabricantes, la creación de un registro de datos que nos permita tener una visión real y cuantificada de la presencia de las mujeres en la profesión. Este primer paso, nos ayudará a impulsar programas de apoyo a la profesión también entre las mujeres.
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