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Consejos para el ahorro de energía en el hogar, reduciendo el consumo energético, sin renunciar al confort

Ahorrar-energía-casa

La asociación Fegeca y la Fundación de la Energía de la Comunidad de Madrid han editado recientemente una guía sobre optimización de las instalaciones de calefacción individuales sobre la que queremos hacernos eco ya que incluye diversos consejos para el ahorro de energía en calefacción y agua caliente sanitaria, reduciendo nuestro consumo energético en el hogar, todo ello,  sin renunciar al confort.
 
Es un hecho que nuestros hábitos y costumbres del día a día representan un factor decisivo en la cantidad de combustible que gastamos y sin darnos cuenta, en ocasiones son hábitos que aumentan el consumo de gas, gasóleo, agua y electricidad. En este sentido, queremos exponer a continuación una serie de recomendaciones que nos permitirán ahorrar energía en todos estos conceptos sin tener que renunciar al confort. 
 

Temperaturas de consigna 

 
Las temperaturas de consigna o estipuladas en una instalación individual:
 
  • Temperatura de caldera o calefacción: temperatura a  la que queremos que trabaje la calefacción
  • Temperatura del Agua Caliente Sanitaria (ACS): temperatura a la que queremos el agua en los grifos de ACS.
  • Temperatura ambiente: temperatura que deseamos en el interior de la vivienda.
 
Son valores regulables y que pueden ser ajustados tanto por el usuario como por los técnicos, los instaladores o los mantenedores de las instalaciones. El mecanismo de regulación puede ser desde un  mando giratorio en sistemas analógicos, hasta pulsadores que ajustan la temperatura deseada en una pantalla digital.
mecanismo-regulacion
 

Temperatura de caldera o de calefacción

 
 
Como ya se ha indicado, es la temperatura a la que queremos que trabaje la caldera cuando da el servicio de calefacciónEn instalaciones con calderas convencionales y radiadores, la temperatura adecuada de ajuste sería de 70°C pues aporta:
  • Menor consumo al reducir las pérdidas de energía
  • Los radiadores serán focos de calor más tenues que proporcionarán más confort
  • Menos suciedad en la pared. Las manchas negras que se ven en la pared por encima de los radiadores se producen cuando los radiadores están a más de 70°C.
 
En instalaciones con suelo radiante, la temperatura máxima de ajuste debe estar en torno a los 50°C.
 
En instalaciones con calderas de condensación a baja temperatura, es aconsejable que la caldera tenga capacidad de trabajar con una temperatura variable. Esto puede hacerlo con una sonda exterior  o con un termostato ambiente modulante:
 
  • No tendremos que ajustar la temperatura de la caldera, ella lo hace automáticamente por nosotros.
  • La temperatura de los radiadores variará continuamente ajustándose automáticamente en función de la temperatura exterior y/o ambiente (si la temperatura exterior sube, entonces la temperatura de los radiadores baja).
  • El consumo se reduce al disminuir las pérdidas de calor.
  • La temperatura de retorno a la caldera será inferior, haciendo que las calderas de condensación tengan mejor rendimiento.

Temperatura del agua caliente sanitaria

 
En primer lugar hay que distinguir si el sistema de producción de agua caliente sanitaria es mixto instantáneo o por acumulación. Con acumulación la temperatura de acumulación debe ser elevada para conseguir suficiente producción de agua caliente.
 
depositos-acumulación
 
 
La temperatura recomendada está entre 55°C y 60°C, aunque luego se consuma a 40°C. Es recomendable también, el uso de grifería termostática.
 
En el caso de haber recirculación de ACS, ésta deberá estar controlada.
 
Cuando la producción de ACS es mixta instantánea, la temperatura de consigna debe situarse entre 40°C y 45°C por las siguientes razones:
 
  • Cuando la temperatura de consigna de ACS es de 2 ó 3 grados superior a la deseada, o tenemos que mezclar agua fría, proporcionando más confort al influir menos las aperturas momentáneas de otros grifos (tanto de agua fría como de agua caliente).
  • La caldera usará menos potencia para calentar el agua, lo que reduce el gasto de energía.
  • Alarga la vida de la caldera reduciendo calcificaciones de componentes.
  • La caldera de condensación podrá trabajar a temperaturas más bajas, con mejores rendimientos.
 

Temperatura ambiente

 
Se ajusta el termostato de ambiente y su valor debería estar entre 20°C y 21°C durante el tiempo que estemos en casa haciendo las actividades diarias. Es la llamada temperatura ambiente de confort. Cada grado de más que  pidamos en ambiente supone, aproximadamente, un 7% más de combustible.
termostato
 
Ajustar valores de temperatura ambiente por encima de 23°C puede reducir la humedad del ambiente y generar falta de confort por exceso de calor.
 
Para dormir, la temperatura adecuada es inferior a la ambiente diurna y estará entre 17°C y 18°C. Es la llamada temperatura ambiente reducida o económica. Además de reducir el consumo, permite un sueño de mayor calidad que ayuda a un mejor descanso.
 

Programación horaria

 
En relación con las indicaciones realizadas en el apartado de ajuste de la temperatura ambiente se desprende que la relación confort/consumo ideal consiste en solicitar una temperatura ambiente menor fuera del horario de calefacción en lugar de apagar completamente la caldera.
Podemos ajustar estas temperaturas para diferentes horarios fácilmente instalando termostatos de ambiente programables, llamados también cronotermostatos, que nos permitirán ajustar los horarios de trabajo de la calefacción a nuestra forma de vida.
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El termostato de ambiente programable, a la vez que nos aporta un elevado grado de confort, nos ofrece una reducción significativa del consumo.
 
Si no se va a utilizar la calefacción durante un largo periodo de tiempo, como puede ser el caso de una segunda residencia, debemos desconectar la calefacción, teniendo en cuenta:
 
Para aumentar el confort, podemos usar equipos de encendido remoto por teléfono. Nos permitirá encender la calefacción unas horas antes de llegar a la vivienda y no tener encendida la calefacción más tiempo del necesario.
Desconectar la calefacción no tiene por qué implicar apagar la caldera. Puede ser interesante dejar la caldera conectada a la red eléctrica y, así, mantener activas las seguridades internas de la caldera contra las heladas y bloqueos de las bombas de calefacción.
Todas las programaciones horarias son válidas cuando la instalación dispone de sonda exterior para controlar la temperatura de trabajo en función de la temperatura exterior.
 

Actuación sobre los emisores

 
El termostato de ambiente, como elemento que controla la temperatura ambiente en la vivienda, está colocado en un local representativo de todas las habitaciones, normalmente en el salón. Además, debe estar emplazado en un sitio adecuado que sea representativo de la temperatura del local.
Debido a que las distintas estancias de la casa tienen sus propias características térmicas (utilización, orientación, ventanas, nº de paredes al exterior, etc.), es conveniente ajustar sus emisiones de calor para que emitan sólo la energía necesaria. El ajuste se realiza manualmente en las llaves de los emisores.
 
Las llaves termostáticas regulan automáticamente la emisión de calor del emisor en función de la temperatura ambiente. Deben instalarse en todos los radiadores de la casa excepto en la cocina, en el cuarto de baño, en los pasillos y en el local en donde instalemos el termostato de ambiente.
Hay que evitar que cuando está funcionando la calefacción las cortinas u otro mobiliario tapen los radiadores, ya que se genera una concentración de calor en las llaves termostáticas que leen una temperatura ambiente errónea y cierran el radiador antes de alcanzar la temperatura deseada.
 

Renovación de Aire

 
En este apartado, es fundamental comprender que hablamos de las entradas de aire a nuestra vivienda, tanto las provocadas como las no deseables.
 
Todas ellas, obligan al sistema a aportar una cantidad de energía que contrarreste el frío que provoca el aire procedente del exterior.
 
Entradas de aire no deseables son las producidas a través de rendijas en puertas y ventanas exteriores. Su eliminación, o reducción, pasa por mejorar los aislamientos y carpinterías, asegurando un cierre adecuado.
 
Siempre se dice, y con razón, que la calefacción empieza por mejorar el aislamiento de nuestra vivienda.
 
Entradas de aire controladas o provocadas son las  producidas a través de:
 
  • Las rejillas de ventilación permanentes, inferiores y superiores, de cocinas y cuartos de baño. Provocan una entrada de aire frío y una salida de aire caliente del local.
  • La ventilación o aireación diarias de las habitaciones a través de las ventanas.
  • Las rejillas de ventilación permanente son orificios que no se deben tapar, pues representan nuestra seguridad ante posibles fugas de gas o ante una chimenea que emita gases tóxicos en  un local habitable.
 
La mejor medida de ahorro y confort en ese caso consiste en mantener cerradas las puertas de cocinas y cuartos de baño, es decir, donde haya rejillas de ventilación, para evitar que el aire caliente que tenemos en el resto de la casa salga por estas ventilaciones. Las pérdidas de calor por este concepto pueden superar el 30% del gasto en combustible.
 
La ventilación de las habitaciones es otro de los factores importantes en la pérdida de calor y, por tanto, en el aumento de gasto de combustible. Una ventilación correcta debe servir para sustituir el aire viciado del interior de la habitación por aire nuevo limpio del exterior.
Para conseguirlo eficazmente, es suficiente con abrir la ventana y generar corriente de aire con otra habitación. En 10 minutos se habrá renovado todo el aire de la estancia enfriando el aire interior pero no las paredes y el mobiliario.
 
Al terminar la ventilación, la calefacción trabajará sólo para recuperar el calor del aire del ambiente. La temperatura ambiente se recuperará rápidamente y se gastará poca energía.
 
No se debe ventilar dejando la ventana abierta durante un largo periodo de tiempo, aunque mantengamos la puerta cerrada ya que:
 
  • Conseguiremos una peor ventilación aunque la sensación del aire frío en la habitación nos haga pensar lo contrario.
  • Al terminar la ventilación habrá que calentar tanto el aire como las paredes y el mobiliario.
  • Se tardará más tiempo en recuperar la temperatura ambiente y el gasto de combustible será muy superior al de la ventilación rápida con corriente.
 

Usos del Agua Caliente

 
La utilización doméstica del agua caliente sanitaria se centra básicamente en dos áreas:
 
Higiene personal: baño, ducha y aseo
Limpieza de vajilla, cubertería, etc.
 
Unos buenos hábitos en el uso del agua caliente repercutirán en el ahorro de energía de agua.
 
Por ejemplo, una costumbre muy extendida es la de abrir los grifos monomando en su posición media para cualquier uso, en ocasiones sólo durante unos segundos. Esta forma de actuar sólo sirve para derrochar energía sin aportarnos nada.
 
El grifo se debe abrir en posición media sólo cuando queramos usar el agua corriente. En caso contrario, hay que abrir el grifo en posición sólo de agua fría.
 
Actualmente existen en el mercado grifos diseñados para el ahorro de energía y agua, que, por ejemplo, al abrirlos en posición media o frontal, usan sólo agua fría y no mezclan, por lo que la caldera no se enciende en dicha situación.
 
Las reglas básicas en el uso de agua caliente sanitaria son:
 
  • No dejar el grifo abierto en los momentos en los que no estamos usando el agua.
  • No accionar el grifo en posiciones de agua caliente si no vamos a sacar un provecho de ello.
 
Fuentes: FEGECA, FENERCOM
 

 

Modificado por última vez enJueves, 26 Marzo 2015 13:03

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